domingo, 4 de agosto de 2013

Las casas inglesas de la calle Méndez Núñez.



 Maqueta del desaparecido pueblo de Minas de Riotinto (La Mina)

            Estas casas,  de dos plantas entre medianeras, con hastiales blancos en fachadas, son la primera muestra de arquitectura de carácter extranjero en  Riotinto.
            Los patios traseros de las casas están apoyados en el terraplén  formado por la carretera que baja de Mesa de Los Pinos a La Mina.  Poseen unos lucernarios en los tejados para iluminar un doblado superior. En algunas viviendas en lugar de lucernarios solo tiene una simple claraboya en el mismo plano que en el tejado. Se construyeron en teja plana, que en algunas se sustituyó por teja árabe, e incorporaban elementos tradicionales de Andalucía.
            La fachada de los edificios es sencilla en su planteamiento, con dos huecos en planta baja, puerta y ventana, existiendo en planta alta dos ventanas sobre los huecos inferiores. Poseen una pequeña buhardilla con un hastial triangular a fachada principal en el que se abre un hueco. Este hastial se ilumina a fachada trasera asimismo con una  pequeña ventana o lucernario en unos casos a modo de castillete cubierto a dos aguas y en otros con una sencilla claraboya en el mismo plano del tejado.

Primeras Casas Inglesas en Calle Méndez Núñez.

            Otras casas para los ingleses en la calle Méndez Núñez, en un total de nueve eran mayores que las anteriores, tenia comedor con chimenea, tres habitaciones, cocina y en el patio retrete y un cuarto para la bañera, el doblado era muy amplio y estaba dividido en habitaciones con cuatro ventanas a nivel del suelo en el doblado con vistas a la calle y otras cuatro en la trasera con vista al patio.[1]
            La fachada de estas casas tenia un relieve a 0,80 m. de altura pintado de color cemento, continuaba otro relieve encalado hasta la altura de las dos ventanas del piso bajo, que estaban encercadas en relieve en su contorno, el  piso alto tenia cuatro ventanas encercadas hacia la calle, las dos extremas mas pequeñas sin balaustrada y las dos centrales eran mayores con baranda, en la trasera había dos ventanas sin balaustrada con vista al patio.
            Los retretes no eran inodoro estaban formados por un cuartillo de un metro de ancho por 1,50 m. de largo donde había un cajón de madera con un agujero para sentarse la persona  y dentro había una cubeta donde se depositaba las heces, en este cajón, por la trasera había una pequeña puerta para reponer la cubeta. Todas las noches venía un obrero del Departamento de Higienes a vaciarla, en verano había que cerrar puertas y ventanas pues el olor era nauseabundo, a este obrero el pueblo lo llamaban “el tío del cubo”.
            Estas casas fueron sepultadas con mineral estéril de la industria minera sobre el año 1985.



[1] En una de estas casas viví yo durante 17 años, desde 1945 a 1962.

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