Maqueta del desaparecido pueblo de Minas de Riotinto (La Mina)
Estas casas, de dos
plantas entre medianeras, con hastiales blancos en fachadas, son la primera
muestra de arquitectura de carácter extranjero en Riotinto.
Los patios traseros de las
casas están apoyados en el terraplén
formado por la carretera que baja de Mesa de Los Pinos a La Mina.
Poseen unos lucernarios en los tejados para iluminar
un doblado superior. En algunas viviendas en lugar de lucernarios solo tiene
una simple claraboya en el mismo plano que en el tejado. Se construyeron en
teja plana, que en algunas se sustituyó por teja árabe, e incorporaban
elementos tradicionales de Andalucía.
La fachada de los edificios es sencilla en su planteamiento,
con dos huecos en planta baja, puerta y ventana, existiendo en planta alta dos
ventanas sobre los huecos inferiores. Poseen una pequeña buhardilla con un
hastial triangular a fachada principal en el que se abre un hueco. Este hastial
se ilumina a fachada trasera asimismo con una
pequeña ventana o lucernario en unos casos a modo de castillete cubierto
a dos aguas y en otros con una sencilla claraboya en el mismo plano del tejado.
Primeras Casas Inglesas en Calle Méndez Núñez.
Otras casas para los ingleses en la calle Méndez Núñez, en
un total de nueve eran mayores que las anteriores, tenia comedor con chimenea,
tres habitaciones, cocina y en el patio retrete y un cuarto para la bañera, el
doblado era muy amplio y estaba dividido en habitaciones con cuatro ventanas a
nivel del suelo en el doblado con vistas a la calle y otras cuatro en la
trasera con vista al patio.[1]
La fachada de estas casas tenia un relieve a 0,80 m. de altura pintado de
color cemento, continuaba otro relieve encalado hasta la altura de las dos
ventanas del piso bajo, que estaban encercadas en relieve en su contorno,
el piso alto tenia cuatro ventanas
encercadas hacia la calle, las dos extremas mas pequeñas sin balaustrada y las
dos centrales eran mayores con baranda, en la trasera había dos ventanas sin
balaustrada con vista al patio.
Los retretes no eran inodoro estaban formados por un
cuartillo de un metro de ancho por 1,50 m. de largo donde había un cajón de madera
con un agujero para sentarse la persona
y dentro había una cubeta donde se depositaba las heces, en este cajón,
por la trasera había una pequeña puerta para reponer la cubeta. Todas las
noches venía un obrero del Departamento de Higienes a vaciarla, en verano había
que cerrar puertas y ventanas pues el olor era nauseabundo, a este obrero el
pueblo lo llamaban “el tío del cubo”.
Estas casas fueron sepultadas con mineral
estéril de la industria minera sobre el año 1985.
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