lunes, 12 de agosto de 2013

Maqueta de la aldea Estacion de Enmedio



    

     Historia.


     Cuando empezaron las huelgas de ferroviarios hacia 1.903 con reclamaciones que no eran desconsideradas, por ejemplo las largas jornadas que habían de estar fuera de sus casas por las necesidades del servicio con los trenes de mineral hasta Huelva, una de las respuestas fue construir una barriada allí mismo, para que no perdieran tiempo en los desplazamientos. En el archivo de RTZ en Londres se conservan las cartas, proponiendo la construcción de algunas casas que ayudaran a solucionar los problemas de la permanencia de estos obreros fuera de sus casas, ya que al vivir a 200 metros de la Cochera central se evitaba perder casi dos horas en los desplazamientos a otros núcleos de población más lejanos.

Y así se construyeron las dos calles que formaron lo que siempre se ha llamado vulgarmente la Estación del Medio, pero que siempre aparece en los documentos con el nombre de la estación del ferrocarril, de la que distaba apenas 100 metros, solamente separada de ella por las vías. Así Río Tinto Estación era a la vez una estación más en el ferrocarril de Huelva a Río Tinto, y una aldea o barriada construída por la Compañía para albergar principalmente a los obreros que trabajaban en el ferrocarril. Las casas tardaron en hacerse, porque en 1916 se estaban construyendo todavía 24 casas en la Estación. Esta barriada, fue la menor de todas las existentes en Riotinto, con dos calles y 56 viviendas. Se alojaban allí las familias de los obreros que atendían la estación principal, desde donde los trenes se distribuían para cada uno de los distintos sectores de la explotación. La máxima población fue de 268 habitantes en 1960.

     Las viviendas que el  máximo dirigente de la Compañía inglesa aprueba para las nuevas poblaciones suponen una simplificación de las necesidades de alojamiento hasta reducirlas a su mínima expresión. Se trata de pequeñas casas, entre medianeras, de una planta, de tres o cuatro habitaciones y de aproximadamente 45 metros cuadrados  construidos. Son edificios entre cinco y ocho metros de fachada, con una puerta y una o dos ventanas, difícil de apreciar cuando acaba uno y empieza el contiguo. El tratamiento exterior es pobre, a base siempre de paramentos enfoscados, materiales de la zona, cubierta de teja sobre pares de madera y muros de piedra. Los tirantes de las cerchas marcan la profundidad de las casas, creando un tamaño generalizado por muchos años.   A veces se colocan lucernarios en el tejado, formados por pequeñas ventanas abuhardilladas.

     La tipología se establecía sin duda en función de la superficie de la vivienda, pues la compañía contemplaba las distintas clases de familias, más o menos numerosas, que había que alojar. Los alquileres variaban y las más pequeñas, desde dos habitaciones, se alquilaban en siete pesetas al mes.

     La construcción esta formada por cimentación de zapata corrida de piedra porfídica asentada sobre la roca firme, tomada con mortero pobre de barro y cal. En realidad supone un regruesamiento del muro, Su anchura es de 60 centímetros y su profundidad variable. Estructura de crujías, limitadas por muros de piedra, de 45 centímetros de espesor. Esta piedra suele ser pórfido casi siempre, tomada con mortero, de barro y cal y enfoscada con el mismo mortero. A veces el pórtico central no está formado por un muro de piedra, sino por un simple pilar central de ladrillo de 40 centímetros de lado, que se eleva hasta la cumbrera. La cubierta: esta formada por durmientes de madera que apoyan en el pilar y en los hastiales. De estos durmientes bajan los pares de madera hasta los muros, con tablazón encima y sobre ella la teja. Existe siempre un falso techo formado por unas además de madera que cargan en el pilar o muro central y en los laterales y sobre las que se clavan unas tablas a las que se coge el cañizo y el yeso. Se accedía a él por una trampilla y para ventilación del espacio superior a veces poseía una pequeña ventana de buhardilla. La solería hidráulicas prensadas, tabiquería de ladrillo hueco sencillo, pintura a la cal por fuera y por dentro. Las chimeneas, son de ladrillo colocado de canto, rematadas por ladrillos inclinados cubiertos por una teja. La cocina estaba incluida en una de las habitaciones y no existía cuarto de baño ni retrete. La carpintería de madera con puertas y ventanas acristaladas y postigos. De esta manera se iluminaba la estancia de entrada a través de los cristales de la puerta.     La compañía pretende siempre crear núcleos autosuficientes y así los poblados están dotados de casi todo lo imprescindible.



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