Maqueta del desaparecido pueblo de Minas de Riotinto (La Mina)
Por datos arqueológicos , se cree que las Minas de
Riotinto fueron conocidas y explotadas por los celtíberos. No deja la historia
la menor duda de que los fenicios que viajaban por las costas de España
cargaban sus naves con los productos de estas minas. No hay vestigios de que
los cartagineses la estuvieran explotando. En cambio los romanos han dejado en
Riotinto vestigios imperecederos de sus explotaciones que duraron los tres
siglos que median entre los Emperadores Nerva y Honorio, muerto el primero el
año 97 y el 425 el segundo. No se ha encontrados vestigios de las poblaciones
godos y árabes como explotadores de la mina. La explotación moderna comenzó en
el año 1727 por una Empresa sueca dirigida por Liebert Wolters.
Según expone Rúa Figueroa ya a lo largo del siglo XVIII empieza a
aparecer tímidamente un grupo de casas contiguas a la explotación a la que
posteriormente se llamaría Filón Sur y que empiezan a llamarse Las Minas de
Riotinto, como aldea dependiente de Zalamea.
El día 3 de Mayo de 1841
consiguen ser elevadas a la categoría de municipio, un municipio singular que
no poseía ni sus propias calles, las cuales junto con todas las propiedades que
se deslindaban (1.922
hectáreas) eran
propiedad del Estado.
En el año 1.873, el suelo y el
subsuelo fueron vendidos a la firma inglesa Matheson, en la cantidad de ciento
tres millones de pesetas, a partir de la cual venta, surgió la Empresa Río Tinto
Company Limited que durante casi un siglo habría de dirigir la marcha de la
explotación.
La llegada de los ingleses a Minas de Riotinto y con ellos
la industrialización y principalmente la extracción de mineral a cielo abierto
en corta en el Filón Sur, suponía la desaparición del pueblo a más o menor
corto plazo. Esta explotación a cielo abierto estaba recomendada en los informes
técnicos previos a la formación de la compañía y así se informaba en la primera
Junta de Accionistas que tuvo lugar en el Hotel City Terminus, en Canon Street,
Londres en junio de 1874.
Era lógico por tanto que la Compañía, en sus
planeamientos industriales para Riotinto, hubiese decidido construir un pueblo
nuevo ante la necesidad de socavar el existente. Efectivamente, en un Report of
Deputation de abril 1873 se dice que «la explotación a cielo abierto implicará
la casi inmediata destrucción del pueblo y la provisión de viviendas a los
trabajadores...». Los ingleses no pudieron empezar e1 trabajo en la Corta Filón Sur hasta
1875 pues el ferrocarril no estaba construido. El primer plano que existe
realizado por RTCL, se encuentra en Londres y se adjuntaba a los accionistas
junto con un mapa de la provincia que recogía los ferrocarriles de Buitrón y
Tharsis en la reunión anteriormente mencionada, siendo el plano por
tanto de 1874.
En el pueblo. cuyo plano aparece muy claro en este
documento, se señalaban en oscuro las casas que eran de la compañía, pues
muchas aún estaban en manos de particulares, a los que no quedaba más remedio
que vender pues no podían edificar sin permiso de los ingleses. Aparecen ya
parte de las casas inglesas en hilera, para el staff inglés, en la calle Méndez
Núñez, que son las primeras que se empiezan a construir con carácter foráneo.
Un examen más detenido del plano nos hará ver que el Filón Sur se ha ampliado
en su corta, que se han construido unos talleres (Workshops) cerca de él y
tanques de lavado y cementación nuevos.
El terreno elegido para teleras en principio, se
encuentra repleto de ellas. No existen aún los poblados de Naya, Atalaya,
Dehesa, El Valle, Riotinto Estación y Bellavista, aunque sí existe ya el
pequeño y romántico cementerio protestante en la colina sobre la que en el
futuro se ubicará Bellavista.
Unos folios manuscritos que se
encuentra en Londres de 1879, hablan de que el Cementerio Protestante y la
capilla nueva de San Roque en el pueblo antiguo ya estaban construidos y habían
costado respectivamente 315 y 93
libras.
Casas para trabajadores: Matheson reconoce que hay 540
viviendas en malas condiciones y además cabañas y cuevas por un total de 266,
necesitándose por tanto construir más de 800 casas. Dispone que en un primer
programa se construyan 600 en los siguientes lugares:
La dimisión del General Manager Mark Carr en 1879 y la
llegada de Charles Prebble para ocupar ese puesto ocasionará la creación de
Bella Vista, la pequeña colonia británica en Riotinto. El dimitido regidor de
los intereses ingleses vivió en Huelva durante su mandato pero el Board decidió
que, una vez terminado el muelle, construidos los talleres y el depósito de
minerales en Huelva, era conveniente que el Director residiese en Riotinto. A
la llegada de Prebble a las minas, el staff estaba formado por 50 personas
cuyas nacionalidades se repartían de la siguiente manera: 29 ingleses, 3 alemanes y 18 españoles. El
problema de habitación en Riotinto había estado desatendido por la compañía,
más preocupada en esta etapa de la industria y las comunicaciones. Tan sólo se
habían construido las viviendas del
staff inglés en La Mina
y éstas eran ya insuficientes.
Algunos ingleses solteros habían sido alojados en la planta
alta del almacén de la empresa y el Filón Sur ampliaba su corta día a día hacia
la amenazada población. En estas circunstancias aparecía el nuevo director,
hombre emprendedor, autoritario, celoso de la jerarquía, e imbuido de clara
mentalidad victoriana. En su programa se incluía la creación de un nuevo núcleo
de población que albergase al creciente staff inglés y para ello eligió una
pequeña colina de escoriales antiguos al oeste del pueblo, llamada Bella Vista
por dominarse desde ella una serie de pequeños valles y planicies en dirección
N.O. Muy cerca de este lugar se hallaba construido ya el cementerio protestante
según aparece en un plano de 1878.
El Filón Norte presenta la impresionante Corta Salomón y la
de Filón Sur está muy próxima al pueblo. Aparece ya la iglesia de Bella Vista,
Un pequeño hospital nuevo (Small Pox Hospital) en Mesa Pinos y plantas de
sulfúrico, talleres, tanques y lavadoras por todo el territorio minero.
Aparecen también trece presas de agua, de ellas cuatro de agua potable, ocho
ramales de túneles, etc... Este es el último plano inglés del siglo XIX. En dos
recuadros aparte aparecen respectivamente los planos ampliados de Minas de
Riotinto (el pueblo de La Mina)
y Nerva. En este plano existe ya el club inglés junto a la entrada de las casas
alineadas para el staff, en la calle Méndez Núñez.
La construcción de casas se había mantenido a ritmo
acelerado y siempre bajo planificación general, teniendo en cuenta la
proximidad del trabajador al puesto de trabajo y evitando el transporte.
Algunos han visto en esto una clara intención de mantener disgregada a la
comunidad, una comunidad conflictiva en un trabajo duro y un ambiente incómodo
y hostil.
En realidad la compañía planificó su territorio basándose
más en premisas económicas que en otra cosa y el transporte habría supuesto un
problema en los comienzos de la explotación inglesa. Por otra parte ya existían
cabañas y chozas construidas por los propios obreros en lugar próximo a su
puesto de trabajo para evitar largos desplazamientos y la compañía no podía
hacer otra cosa que sustituir aquellas cabañas por edificaciones durables,
ubicando los nuevos poblados en los mismos lugares ya elegidos por los
trabajadores. Además la accidentada orografía no permitía sin grandes esfuerzos
urbanísticos y económicos el asentamiento de una población de cerca de 15.000
habitantes, lo que justificaba el planeamiento de comunidades independientes
junto a los frentes de trabajo.
Pronto los propios mineros
rehuían los lugares más lejanos y así en un Report de 1896 se puede leer que
había 84 viviendas vacantes entre Dehesa y Naya, y que existía demanda de casas
en La Mina, La Mesa y El Valle.
La empresa Riotinto Company
Limited acometió la explotación de la mina con grandes bríos. Una vez
construido el ferrocarril en 1875 se inició la explotación de la corta Sur,
junto al pueblo antiguo {La Mina)
y en 1880 la explotación subterránea en este mismo filón. En 1884 se empieza la
masa Salomón y posteriormente La
Dehesa y Lago. Por último Atalaya en 1907.
Los túneles construidos progresivamente, surcaban los montes
y conectaban los frentes mismos de
arranque con 1a vía férrea, para ser transportado el mineral a la
fundición o a los barcos directamente. Se extraía por medio de pozos el mineral
situado bajo la cota del ferrocarril, completándose luego este método hasta
agotar los filones por el procedimiento “cut and fill” o sea rellenar con
escoria los pasadizos y pozos para derribar los pilares de mineral beneficiado
que sostenían la mina.
Un paisaje industrial
de estaciones de ferrocarril, almacenes y cocheras, talleres, tanques de
decantación, fundiciones, centrales generadoras de electricidad, concentradores
y fábricas de ácido, separados por parajes áridos y rojizos y enlazados por
ferrocarriles y carreteras empieza poco a poco
a aparecer.
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