La Aldea de La Atalaya.
Empezó la primera
planificación de las nuevas poblaciones en Riotinto en marzo de 1883 según
carta de Matheson, este escrito señalaba la necesidad de construir 100
viviendas en esta aldea. No se sabe si había algún edificio construido
previamente en este lugar.
Las viviendas que el máximo dirigente de la Compañía inglesa aprueba
para las nuevas poblaciones suponen una simplificación de las necesidades de
alojamiento hasta reducirlas a su mínima expresión. Se trata de pequeñas casas,
entre medianeras, de una planta, de tres o cuatro habitaciones y de
aproximadamente 45
metros cuadrados
construidos. Son edificios entre cinco y ocho metros de fachada, con una
puerta y una o dos ventanas, difícil de apreciar cuando acaba uno y empieza el
contiguo. El tratamiento exterior es pobre, a base siempre de paramentos
enfoscados, materiales de la zona, cubierta de teja sobre pares de madera y
muros de piedra. Los tirantes de las cerchas marcan la profundidad de las
casas, creando un tamaño generalizado por muchos años. A veces se colocan lucernarios en el tejado,
formados por pequeñas ventanas abuhardilladas.
La construcción esta formada
por cimentación de zapata corrida de piedra porfídica asentada sobre la roca
firme, tomada con mortero pobre de barro y cal. Su anchura es de 60 centímetros y su
profundidad variable. Estructura de crujías, limitadas por muros de piedra, de 45 centímetros de
espesor. La cubierta: esta formada por durmientes de madera que apoyan en el
pilar y en los hastiales. De estos durmientes bajan los pares de madera hasta
los muros, con tablazón encima y sobre ella la teja. Existe siempre un falso
techo formado por unas además de madera que cargan en el pilar o muro central y
en los laterales y sobre las que se clavan unas tablas a las que se coge el
cañizo y el yeso. Se accedía a él por una trampilla y para ventilación del
espacio superior a veces poseía una pequeña ventana de buhardilla. La solería
hidráulicas prensadas, tabiquería de ladrillo hueco sencillo, pintura a la cal
por fuera y por dentro. Las chimeneas, son de ladrillo colocado de canto,
rematadas por ladrillos inclinados cubiertos por una teja. La cocina estaba
incluida en una de las habitaciones y no existía cuarto de baño ni retrete. La
carpintería de madera con puertas y ventanas acristaladas y postigos. De esta
manera se iluminaba la estancia de entrada a través de los cristales de la
puerta.
La compañía pretende siempre
crear núcleos autosuficientes y así los poblados están dotados de casi todo lo
imprescindible. Plaza o jardín público, capilla, almacén de comestible, casino,
escuela, cuartel de la guardia civil. Estas barriadas albergaron a la población
trabajadoras de Riotinto durante casi un siglo.
Esta aldea surge para la
explotación subterranea del Filón de San Dionisio, que en 1907 se ampliaría a la Corta Atalaya,
comenzó la aldea con 100 viviendas construida en 1883 y en 1958 existían 264 viviendas.
Fue demolida en el año 1971 por las ampliaciones de la Corta Atalaya, sus
habitantes fueron a vivir en las casas que la empresa tenía vacía en Alto de la Mesa, El Valle o en Nerva.
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