martes, 13 de agosto de 2013

Maqueta de la aldea La Atalaya



La Aldea de La Atalaya.

      Empezó la primera planificación de las nuevas poblaciones en Riotinto en marzo de 1883 según carta de Matheson, este escrito señalaba la necesidad de construir 100 viviendas en esta aldea. No se sabe si había algún edificio construido previamente en este lugar.

     Las viviendas que el  máximo dirigente de la Compañía inglesa aprueba para las nuevas poblaciones suponen una simplificación de las necesidades de alojamiento hasta reducirlas a su mínima expresión. Se trata de pequeñas casas, entre medianeras, de una planta, de tres o cuatro habitaciones y de aproximadamente 45 metros cuadrados  construidos. Son edificios entre cinco y ocho metros de fachada, con una puerta y una o dos ventanas, difícil de apreciar cuando acaba uno y empieza el contiguo. El tratamiento exterior es pobre, a base siempre de paramentos enfoscados, materiales de la zona, cubierta de teja sobre pares de madera y muros de piedra. Los tirantes de las cerchas marcan la profundidad de las casas, creando un tamaño generalizado por muchos años.   A veces se colocan lucernarios en el tejado, formados por pequeñas ventanas abuhardilladas.

     La construcción esta formada por cimentación de zapata corrida de piedra porfídica asentada sobre la roca firme, tomada con mortero pobre de barro y cal. Su anchura es de 60 centímetros y su profundidad variable. Estructura de crujías, limitadas por muros de piedra, de 45 centímetros de espesor. La cubierta: esta formada por durmientes de madera que apoyan en el pilar y en los hastiales. De estos durmientes bajan los pares de madera hasta los muros, con tablazón encima y sobre ella la teja. Existe siempre un falso techo formado por unas además de madera que cargan en el pilar o muro central y en los laterales y sobre las que se clavan unas tablas a las que se coge el cañizo y el yeso. Se accedía a él por una trampilla y para ventilación del espacio superior a veces poseía una pequeña ventana de buhardilla. La solería hidráulicas prensadas, tabiquería de ladrillo hueco sencillo, pintura a la cal por fuera y por dentro. Las chimeneas, son de ladrillo colocado de canto, rematadas por ladrillos inclinados cubiertos por una teja. La cocina estaba incluida en una de las habitaciones y no existía cuarto de baño ni retrete. La carpintería de madera con puertas y ventanas acristaladas y postigos. De esta manera se iluminaba la estancia de entrada a través de los cristales de la puerta.

     La compañía pretende siempre crear núcleos autosuficientes y así los poblados están dotados de casi todo lo imprescindible. Plaza o jardín público, capilla, almacén de comestible, casino, escuela, cuartel de la guardia civil. Estas barriadas albergaron a la población trabajadoras de Riotinto durante casi un siglo.

     Esta aldea surge para la explotación subterranea del Filón de San Dionisio, que en 1907 se ampliaría a la Corta Atalaya, comenzó la aldea con 100 viviendas construida en 1883 y en 1958 existían 264 viviendas. Fue demolida en el año 1971 por las ampliaciones de la Corta Atalaya, sus habitantes fueron a vivir en las casas que la empresa tenía vacía en Alto de la Mesa, El Valle o en Nerva.




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